Adiós 2020

Queridos lectores, hoy por fin damos la patada al maldito 2020, donde no ha traído casi nada bueno. Desde marzo llevamos con el coronavirus, lo que me ha obligado a estar casi todo el tiempo en mi casa. La primera parte en el confinamiento me quedé sin médicos gracias a la mala gestión de Ayuso, y nadie me cambiaba la talla por donde hago pis. Menos mal que apareció mi Ángel de la guarda y cuando me tocaba cambiarla me lo arreglaba todo para que me lo hicieran en casa. Aguanté así todo el confinamiento y ya casi al final me tuvieron que ingresar por una infección de orina bastante fuerte y de ahí vinieron otras cuantas infecciones con ingreso. Me mandaron una auto vacuna que por el covid tardaron en dármela un siglo, pero que ha sido el milagro, ya que llevo sin tener infecciones un mes y pico. Además, me han mandado otro líquido que me lo han conseguido que me lo den por el centro de salud para limpiarme la sonda y la vejiga y además me ayuda a prevenir las piedras. Pero es que también me han puesto en lista de espera para operarme y quitarme las piedras. Me estoy sintiendo muy sola, ya que no se prácticamente nada de nadie. Para mi todos los días son igual. En octubre empecé un curso en la asociación labanda, una asociación cultural de mi barrio. Estoy muy contenta, ya que somos una gran familia. Además, el curso es de relato corto y llevaba tiempo queriendo empezar a escribir. Lo estoy disfrutando mucho y aquí tenéis los resultados. Además, hay mucho compañerismo. Estos últimos días del año, aunque muy medicada, he tenido momentos que no me esperaba, donde he vuelto a ver a gente a la que quiero mucho, como son Elena y Carmen, mis mejores amigas del cole. Pase un día súper bonito con ellas y quedamos en vernos pronto.

Por lo demás hoy me pongo a pensar y sí, lo estoy pensando mal, pero mi familia y yo y la gente de mi entorno estamos bien y creo que eso es lo más importante por el momento. Feliz salida y entrada y adiós adiós 2020, pírate ya que no tengo hueco para ti en mi vida.

UN ENCUENTRO INESPERADO, Y CON EL MOGOLLON DE PERIPECIAS

Una mañana del mes de marzo un hombre de unos 40 años se levantó de la cama después de haber pasado no muy buena noche, y es que llevaba dándole vueltas a algo desde la tarde anterior. recogiendo su casa para mudarse a Paris había encontrado algo que se llevaba buscando mínimo 16 años. Si iba a la policía con ello sabía que le iba a traer problemas, pero y que hacía con aquel cuchillo jamonero medio oxidado y ensangrentado. Se paro unos minutos a pensar y ni corto ni perezoso se dispuso a buscar unos guantes para no dejar sus huellas y una bolsa donde poder transportarlo, cuando lo metió en la bolsa con sumo cuidado se dispuso a ir hacia el coche, pero cuando estaba de camino, Martin, que así se llama nuestro protagonista se encontró de sopetón con la hermosa de su vecina Rosa, del susto que se pegó se le cayó la bolsa y al caer se hizo un corte en el lateral de esta, dejando al descubierto lo que había en su interior. Este se apresuró a coger bien todo, pero parece que ya era demasiado tarde, porque estaba claro que Rosa le había visto y se había dado cuanta del bulto que este llevaba consigo. Ella le saludo con una bonita y amable sonrisa, pero para sorpresa de nuestro querido amigo se agacho a ayudarle con el bulto, y este sorprendido se tropezó y cayo al lado del roto de la bolsa. La amable señorita se dispuso a ayudarle a levantarse a lo que él respondió con gritos y manotazos. Rosa se retiró un poco bastante asustada, pero en un segundo Martin se recompuso y se puso en pie. Ya más calmado le pidió perdón a la dama y le explico que no necesitaba ayuda y que había reaccionado así porque tenía fobia a la cercanía de la gente, lo cual esta pareció tragárselo así que se quedó bastante tranquilo. Los chicos cruzaron unas pocas palabras y caballerosamente nuestro chico le dijo a Rosa que se tenía que ir, ya que llevaba un poco de prisa, ella le pregunto que para donde iba a lo que él le contesto que iría hacia el norte de la ciudad a hacer unos papeles, ella le pidió que la acercara a la comisaria a lo que el acepto a regañadientes. Se encaminaron al coche y Martin metió la bolsa en el asiento de adelante junto a él y abrió la puerta trasera para que su vecina subiera. Arranco con decisión y puso dirección a la comisaria lo más rápido que pudo. llegaron en 15 minutos y al bajar Rosa le pregunto si podía esperarla para luego acompañarle a donde el fuera y volver juntos a casa. Dudo un momento, pero pensó que si entraba con ella en la comisaria vería lo que haría y sabría así si esta le denunciaría o no, ya que sospechaba que, aunque de refilón había visto el cuchillo. Pero a la vez pensó que no podía entrar y dejar la prueba del delito sola y expuesta a ser vista, aunque tampoco entrar en la comisaria con la bolsa, por lo que decidió arriesgar y marcharse dejando allí a su vecina y exponiéndose a que le delatara. Arranco el coche no muy convencido, pero siguió con su camino, unos metros más adelante vio una tienda de chinos por lo que pensó en entrar y comprar una bolsa nueva más grande para guardar bolsa con bolsa. Salió corriendo hacia la tienda y por suerte tenían bolsas de tamaño suficiente en la misma puerta así que la cogió rápido y salió hacia el coche, arreglo todo y se dirigió rumbo a la comisaria a recoger a su vecina. Al llegar a la puerta e ir a entrar dio la casualidad de que ella ya salía por lo que no tuvo que dejar demasiado tiempo solo el coche. Esta al verle se sorprendió y le pregunto qué hacia allí, pero no se paró a contestarla y la azuzo hacia el vehículo. Una vez dentro la muchacha le pregunto hacia donde se dirigían a lo que este contesto que, hacia casa de un amigo suyo, que tenía que entregarle unas pertenencias. Ella le pregunto si a su amigo no le importaría que fuera acompañado a lo que él le contesto que no, pero que se preparara para andar mucho porque la casa de su amigo estaba en mitad de un bosque y que ya no había marcha atrás de volver a casa a dejarla ya que se le echaba el tiempo encima. Rosa no puso ningún problema por lo que iniciaron el viaje. Tardaron en llegar unos 20 minutos, en los cuales fueron charlando de diferentes cosas. Al llegar los dos chicos bajaron rápido del coche pues aún tenían un largo camino por recorrer, el único problema es que Rosa no sabía la verdad de donde iban y que en realidad iban a esconder las pruebas del asesinato del abuelo de su vecino, pero no solo eso, sino que a partir de ese momento le esperaban una serie de oscuras y terribles aventuras. Aparcaron el coche bajo unos frondosos árboles, para que así si pasaba un avión no viera el coche desde las alturas y bajaron del coche. Nada más bajar se miraron y el muchacho le indico el camino donde debían ir después de pensar unos segundos. Empezaron a andar, pero solo había vegetación baja por lo que tuvieron que caminar más de lo previsto, Martin se empezó a poner nervioso ya que estaba tardando demasiado en deshacerse del dichoso cuchillo y su acompañante empezaría a sospechar si no lo había hecho ya. Llegaron a un punto en el que ya estaban cansados y ella se empezaba a impacientar. De repente el camino se puso muy complicado ya que para seguir tenían que cruzar un rio con bastante agua, pero es que también estaba lleno de rocas y en su mayoría puntiagudas y peligrosas. Iba a ser muy complicado pasar aquello, pero tenía que seguir, no se podía rendir ahora que ya casi lo había conseguido y después de las peripecias que estaba teniendo que pasar. Los muchachos se miraron, pero decididos se remangaron los pantalones y se cogieron de las manos para pasar el terreno e ir más seguros. Pero había una complicación añadida y era la bolsa, era demasiado grande y contenía algo demasiado peligroso. Cogidos entre sí y despacio empezaron a caminar, en el camino había piedras más grandes que eran medianamente fáciles de sortear, pero también había hoyos y piedras un poco más pequeñas lo que hacía todo mucho más complicado. En los hoyos había pequeños animalitos que te mordían cuando intentabas pasar, así que era complicadísimo andar ni medio paso, ya que a la mínima te tropezabas y caías al suelo. Al empezar a resbalar la bolsa empezó a desteñirse lo que dejó al descubierto la de debajo y lo que es peor el roto. Esto hizo que nuestro chico empezara a correr para no ser descubierto dejando a su compañera atrás, pero este se tropezó y cayó sobre una gran piedra muy puntiaguda, lo que hizo que a Martin se le rompiera la camisa y lo que es peor la bolsa donde llevaba el objeto, el cual empezó a salirse de donde iba guardado, porque había tenido la mala suerte de traspasar las dos telas. Al ver lo que había dentro de la bolsa y que además la sospecha que tenía la muchacha de que había cambiado de sitio de transportar sus pertenencias se empezó a poner muy nerviosa y pensó en marcharse pero este presintió lo que iba a suceder y se adelantó diciéndole que el objeto que llevaba encima no era peligroso y que solo lo llevaba encima porque era un recuerdo familiar e iba a dárselo a un amigo para que se lo barnizara y así se conservara mejor. Esta no se creyó mucho la historia porque el cuchillo parecía estar lleno de sangre, pero no podía escapar en ese momento, así que con gran miedo siguió la ruta. Con gran esfuerzo consiguieron pasar el rio y seguir el camino, y cuál fue su la sorpresa del muchacho que a lo lejos se encontraron con una casa construida de troncos de árbol. Este le hizo pensar a su fiel acompañante que ya habían llegado a la casa de su amigo, donde le darían el cuchillo para que lo barnizara. Esta le pregunto si había que esperar a que lo barnizara o solo dejarlo y se lo devolvería otro día, a lo cual le contesto que solo era dejarlo y volverían a casa, y él lo recogería cuando volviera de Paris. Al llegar a la casa nuestro chico le dijo a Rosa que esperase un momento, tenía que averiguar si la casa estaba habitada o abandonada para saber cómo poder actuar. Nada más empezar a dar una vuelta se encontró con un anciano con el pelo muy largo y una barba muy larga y espesa. Se acerco a él y le pregunto si vivía allí a lo que este le contesto que sí y que era el dueño de ese paraje. Nuestro chico le pregunto qué porque vivía en ese sitio tan solitario, sin posibilidad de atención médica y sin ningún sitio donde poder comprar comida, a lo que el anciano le contesto que, si tenía cosas para alimentarse, él se alimentaba de los animales que cazaba en aquel sitio y cuando se ponía malo el sabia en cada momento que planta tenía que tomar para curarse. Martin se quedó observando a ese hombre tan curioso y a la vez se quedó pensando en qué hacer con el propósito que traía porque ya no era uno su impedimento si no dos los que tenía para deshacerse del objeto que traía al hombro y a parte aquel hombre tan bondadoso era la coartada perfecta para que su vecina se creyera que era el amigo a quien le llevaban la mochila. Pero el problema era que ya serian dos los que sospecharían de él. El hombre solitario le pregunto a Martin que hacia tan solo y con la sola compañía de una mochila por allí y el se quedo parado pensando que decir, ya que ahora tendría que inventarse una segunda historia, pero a la misma vez había un problema y es que estaba su vecina y tenia que concordar con que ese amigable ancianito era a quien habían ido a llevar el cuchillo pero a su misma vez él no se podía enterar o nuestro protagonista se vería en problemas. El joven le explico al hombre que no andaba solo, si no que estaba con una amiga que estaba esperándole mientras el inspeccionaba el terreno y que estaban allí en busca de un amigo pero que le daba la impresión o bien que se habían pedido o de que su amigo ya no vivía allí. El anciano le rogo que fueran a por su amiga mientras le iba contando que el solo vivía allí hace tres años y antes vivía allí un hombre de mediana edad que el mismo paseando por allí un día se encontró muerto. Al encontrarse la casa vacía decidió trasladarse allí y empezar la vida tranquila que siempre había deseado. Al decir esto el joven protagonista lo primero que pensó es en que la historia de aquel anciano se parecía mucho a la suya, ya que también había un fallecido que no se sabía quién lo había matado, pero ¿dónde habría enterrado este abuelo el cuerpo del anterior habitante del bosque?, la historia cada vez se iba liando más y sin ningún motivo ni explicación aparentes. Antes de llegar donde su vecina le pregunto a su nuevo amigo quien le dijo que se llamaba Arturo. Cuando llegaron con su vecina hizo las presentaciones y le conto a ella como se llamaba su nuevo amigo y que llevaba viviendo allí tres años, pero omitió que se encontró a un hombre muerto allí. Parece que su vecina se quedo conforme. El hombre les ofreció pasar noche allí, puesto que había sitio de sobra, a lo que dado que se estaba haciendo de noche ellos accedieron. Nuestro protagonista ya tenia la excusa perfecta para llevar a cabo su plan, o al menos intentarlo. ¿pero que debería hacer si era descubierto por alguno de los otros dos? Debería de trazar un plan lo más rápidamente posible y mantener la mente fría. Cuando llego la hora de acostarse Martín puso la maleta de almohada y sobre esta una sábana doble que Arturo le había dejado, y se hizo el dormido hasta que todo el mundo en la casa se durmió, entonces el con la cabeza muy fría y buen amueblada se levanto y cogió su bolsa y salió de la casa decidido a realizar lo que tenia entre manos. Para ello cogió una pala que encontró en un rincón de la casa, para poder hacer el agujero sin problemas. Empezó a dar vueltas en busca de un lugar adecuado para enterrar el cuchillo y de repente se encontró con un lobo. El animal empezó a atacarle y el empezó a gritar lo que hizo que sus compañeros de piso se alarmaran al escuchar los gritos y salieran en su búsqueda.  Cuando llegaron él ya se había deshecho del lobo, y aun con algunas magulladuras empezó a hacer un hoyo en un sitio algo retirado de la casa.  Lo que nadie imaginaba era que el deshacerse del lobo era que lo había matado, por lo que cuando sus amigos llegaron le encontraron con el lobo metido en el agujero e intentando enterrar el cuchillo en otro agujero contiguo. Los dos se quedaron parados, ya que estaba claro que el lobo lo había matado con los palos que yacían ensangrentados al lado de este, pero ¿de dónde había salido el cuchillo? Todos se miraron entre si con cara de pocos amigos, y a nuestro protagonista le empezó a entrar mas miedo que en toda su vida junta, porque le habían descubierto y ahora tenia que trazar un plan lo más rápido posible, pero que debería hacer. El hombre mayor se asomo a los dos agujeros que el otro hombre había hecho y muy enfadado empezó a gritarle que si no sabia que el lobo en aquella zona era una especie protegida, el le dijo que no sabia nada y que lo sentía, pero que se había sentido atacado y lo había tenido que matar. Arturo cogió un palo con la intención de darle un estacazo a Martín, pero este se adelanto y el golpe se lo dio el, con tan mala suerte que lo mato. Rosa que vio todo salió corriendo, pero Martín la alcanzo y la intento tranquilizar, pero en un descuido de esta cogió uno de los palos de la pelea con el anciano y la pego en toda la nuca y también la mato. Después de los dos asesinatos nuestro protagonista enterró los cuerpos de las dos personas y el animal y después salió de allí con paso ágil hacia su casa donde por fin podría descansar tranquilo tras deshacerse de la prueba que le llevaba torturando tanto tiempo y al fin había encontrado.

Un viaje para ver a la familia con un suceso inesperado entre medias

María y Juan son una entrañable pareja de ancianos que viven en Almuñécar. En primera línea de playa. Ella tiene 73 años y el 80. Son un matrimonio feliz, pero Juan está entrando en un principio de Alzheimer. El matrimonio, tiene una hija que se llama Beatriz. Ella vive en Londres y está casada con Marcos, un famoso locutor de la radio inglesa. Ellos viven en el mismo Londres y tienen una casa enorme. Recientemente acaban de tener un bebé, pero sus abuelos maternos aún no la conocían debido a que tenían miedo a que o los unos o los otros se contagiasen el coronavirus, y eso sería fatal tanto para la bebé como para los ancianos.

María, veía que la enfermedad de su marido cada vez iba avanzando más, y pese al miedo y que tenían tanto ella como su hija, decidió hablar con el médico de su marido para ver si sería bueno que este conociese a su nieta antes de que perdiese la memoria del todo. Al ir a consulta el doctor les dijo que sería muy beneficioso para el anciano ya que podría activar de alguna manera sus neuronas. Pero que deberían de tener muchísima precaución con el lavado de manos, el uso de mascarillas, y sobre todo ventilar muy bien los espacios, ya que tanto la pequeña como Juan eran grupo de riesgo.

Una vez que hablaron con el médico, se pasaron por la agencia de viajes a coger los billetes de avión. Saldrían en dos días. Al llegar a casa la pareja se dispuso a hacer las maletas y en el rato que estuvieron haciéndolas a la mujer le tocó explicarle a su marido dónde y a qué iban varias veces. El domingo a las 10 am cogieron el avión. Durante el viaje nuestro hombre se desorientó un montón y encima su mujer se empezó a encontrar mal. Inmediatamente el vuelo se paró en el aeropuerto más cercano y pusieron a todos los pasajeros en cuarentena. María dio positivo e ingresó en el hospital por su edad. por otra parte, a su marido se le llevaron a una residencia medicalizada, aunque dio negativo, pero necesitaba atención por su patología. Su familia le iba a visitar a la residencia todos los días. La primera vez fue María sola, y fue raro, ya que salvo algún momento de lucidez no conoció a su hija y no hacía más que preguntar por su mujer. A los tres días como vieron que el ingreso de su mujer se alargaba y que la cosa no tenía buena pinta decidieron llevarse a Juan a casa y allí presentarle a su nieta. En lo que hacían el viaje a casa, llamaron del hospital. María no había superado el virus y acababa de morir. Tenían que decírselo su marido, pero no sabían cómo iba a reaccionar. Lo primero que hicieron al llegar a casa fue presentarle a su nieta, no entendía muy bien de dónde había salido aquella preciosa niña, pero estaba encantado con ella.

Cuando le dijeron lo de su mujer parecía aparentemente sereno, pero decidieron que no participaría de los actos. Cuando abrieron el testamento, la hija decidió usar su parte de la herencia en la investigación del Alzheimer y con ayuda de su marido montaron una gran campaña en medios de comunicación. Hicieron rifas de lo que previamente habían hecho los ancianos afectados por Alzheimer en sus talleres y con el dinero recaudado más la aportación que dio el ayuntamiento se construyó un centro grandísimo para la investigación de la enfermedad y a él también acudían los afectados a realizar fisio, terapia ocupacional y un montón de cosas que les venían muy bien para mantener la cabeza activa.

DÍA MUNDIAL DE LA ESPINA BIFIDA E HIDROCEFALIA. 25 DE OCTUBRE

Hoy 25 de octubre es el día mundial de la espina bífida e hidrocefalia, dos enfermedades con las cuales nací pero que no me han hecho ver la vida de diferente forma que el resto de la gente. Esto no es por otra cosa que por la educación que he recibido por mi madre desde que era pequeña. Ella siempre me ha enseñado que tengo que luchar a pesar de las dificultades de la vida, ya que nada te lo dan regalado y cuando realmente deseas algo tienes que pelear por ello como cualquier ser humano, pero afortunadamente o desgraciadamente, según como se mire hay personas que tenemos que luchar un poquito más para llegar a nuestras metas, bien porque nuestras enfermedades nos pongan trabas en el camino o porque la misma sociedad nos las ponga, o incluso nosotros mismos nos llegamos a poner barreras mentales que hacen que nos sea muy difícil continuar con nuestras actividades porque podemos coger miedo al rechazo incluso. Mi vida con estas enfermedades no ha sido fácil pues además tienen asociadas otras enfermedades que dificultan mi día a día como son una hemiplejia izquierda que hace que todo el lado izquierdo de mi cuerpo vaya más lento y esté un poco más atrofiado que el derecho. La verdad es que las hemiplejias son más de la parálisis cerebral y no saben muy bien de donde viene en mi caso, pero como no se puede corregir y me toca convivir con ella pues decidieron no hacerme pruebas para investigar, total, seguiríamos siendo fieles compañeras de viaje. También tengo asociada incontinencia, tanto urinaria como fecal, esto siempre me ha traído más problemas, ya que siempre me han dado apuro los escapes, por miedo a que se rían de mi o al rechazo. Desde que empezaron mis primeros pasos en la enseñanza todo fueron problemas, ya que encontrar un colegio de integración de motóricos era complicado y más cuando él/la alumno/a necesitaba un sondaje cada poco tiempo. No me cogían en ningún sitio ya que nadie me podía sondar, por lo que hubo que conseguir un informe del urólogo que dijera que durante el tiempo que estuviera en el colegio no necesitaba sondarme, solo cambiarme de pañal, aunque eso fuera perjudicial para mí por las infecciones. Otra lucha continua era el tema rehabilitación, si me la daban en el colegio me echaban del hospital, ya que la política del hospital era que todo a los colegios. Mi madre estuvo en una pelea constante para conseguir que estuviese en el hospital hasta los 18. Otro tema con el colegio es que no había de motóricos en todos los barrios, por lo que yo por ejemplo vivía en embajadores y tenía el colegio en Vallecas. Eso hacía que la gente con la que me llevaba bien de clase estuviera lejos de mí y cuando yo saliera al parque a jugar ellos no estuvieran allí, si no otros niños diferentes con otros amigos diferentes, que, aunque me integraban ya tenían su pandilla del colegio ya hecha por lo que era más difícil para mí. Mi madre suplía las carencias de amigos del colegio llevándome también a clases de inglés y de teatro que yo recuerde, donde me relacionaba con niños de mi edad. Cuando llegué al instituto mi madre intentó acercarme al barrio, pero desde educación dijeron que no, ya que debía tener todos los medios de la integración, por lo que exigió que si se me sacaba del barrio fuese con todos los medios, incluyendo enfermera y todo. Esto me hizo empezar el curso un mes más tarde, ya que la enfermera llegó con retraso. Cuando estaba a punto de terminar cuarto de diversificación llego mi tutor de la once y me dijo que porque no dejaba de estudiar y me ponía a vender cupones a lo que yo les dije que no, que para algo estaba luchando por sacarme la eso y lo otro en caso de necesidad se podía hacer después. Seguí haciendo la eso y cuando termine empezó el gran problema por saber que narices hacer con mi vida, ya que un bachillerato por nivel no iba a ser capaz de seguirlo y los ciclos no había ninguno accesible para mí por el tema manipulativo. Al final nos decantamos por gestión administrativa, que con adaptación en mecanografía podría cursarlo sin problemas. Pero los problemas no acababan ahí, yo seguía en un instituto de integración, pero en los ciclos ya no había integración, por lo que por el cupo de plazas de ese año se llenaban las plazas en las rutas y había espacio para todos menos para uno, por lo que todos nos quedamos sin ruta. Empezó ahí una temporada de movilizaciones, ese año volví a empezar las clases tarde, ya que no empecé hasta que no conseguimos ruta.  Ese año yo empecé a usar a días sonda fija por lo que podía salir con mis compañeras a dar una vuelta o incluso había días que me sondaban antes para poder salir. A partir de ahí mi vida cambió para siempre. En el segundo año nos cambiamos de casa y empecé a usar silla eléctrica, lo que me dio más movilidad Cuando terminé el ciclo entre en una residencia. de discapacitados a hacer cursos y a coger más autonomía, no me fue muy bien la experiencia. Después empecé con la búsqueda de trabajo, pero no salía nada así que empecé a hacer cursos y prácticas hasta que en una entrevista me cogieron en Ilunion donde estoy actualmente, aunque estoy de baja desde hace tres años por problemas urológicos y de operaciones. Durante estos tres años prepararme oposiciones, intento fallido y ahora me he dedicado a intentar he empezado unos cursos en una asociación de vecinos. Empecé mi militancia en más Madrid y he creado el sectorial de diversidad funcional donde participo activamente y puedo decir que he conocido a gente que considero amigos e incluso familia.

UNA COMPRA INCOMPRENDIDA Y ARRIESGADA

Hay tiendas un poco peculiares que están regentadas por chinos. La gran mayoría de esas personas no entienden ni papa de castellano, por lo que cuando vas a sus tiendas y les preguntas nunca saben lo que les estas preguntando.

  • Hola, perdone, ¿tiene rotuladores para pizarra blanca?
  • ¿Rotuladore para piza qué?

Así se suelen quedar cuando les preguntas algo, y hay dos opciones posibles de respuesta:

  • Coooooooooooooooooooong

Llaman a su compañero desde la caja a gritos. Este entiende un poco mas de español y supuestamente debería de saber ayudarte mejor.

En muchos casos es así, pero en otros, te tienes que ir sin lo que ibas a buscar.

El otro caso posible, que ya se está haciendo en casi todas sus tiendas es que tienen contratada la mayoría del tiempo a una persona, casi siempre ecuatoriana y en algún caso española, pero que claro se ve obligada a aprender chino para comunicarse con ellos. Además, también será la encargada del trato con los clientes.

  • Merche 看看那边的人想要什么. (escrito)
  • Merche kàn kàn nà biān de rén xiǎng yào shénme. (hablado)
  • Merche mira a ver que quiere ese de ahí.

Una vez recibida la orden, Merche se acercaba a ver qué era lo que quería el cliente mientras que los otros miraban desde la lejanía, hablando alguna cosa en su idioma que por supuesto tu no entiendes y no sabes si se están acordando de tu madre. Cuando la persona que te esta ayudando te deja sol@, ya es lo peor, ya que no solo hablan a gritos mirándote fijamente, si no que encima te persiguen como si les fueras a robar. Dan ganas de no ir a comprarles nada o incluso robar algo.

EL HADA DEL CAUREL, Y UNA LECCION DE HUMILDAD

En el Camino de Santiago trabaja divina Alicia, el hada del Caurel. Su tarea es acercarse a los peregrinos a escucharlos suspirar:

  • ¿Me cruzaré con un amor? A eso he venido. Quiero uno transparente y luminoso.

Pero avanzar en fila como las hormigas dificulta el encuentro de los amantes. Por eso Alicia recorre el camino al revés con su farocleta mirando a los ojos de los solitarios. Sí los tienen anhelantes y respiran con fuerza les pregunta:

  • ¿Cómo te llamas?
  • Martina
  • ¿Buscas un amor de largo recorrido?
  • Sí, la verdad que sí.
  • Pues está cerca, lo he visto en Piedrafita, empapado por la lluvia. Tiene manos de carpintero, y sueños entrecortados.
  • ¿Me dará alegrías?
  • Una detrás de otra. ¿Lo esperaras?
  • En esta roca con mis prismáticos azules.

Oscurece, El hada se despide contenta de Martina. Enciende su faro para guiar a las aves como a los barcos y encontrar viajeros taciturnos en la noche. Cuando iba pasando la noche el hada vio pasar a un chico, con la cara muy triste, lo paró y le miró fijamente a los ojos.

  • Hola, soy Alicia, el hada del Caurel. ¿Dónde vas con esa cara tan triste? ¿buscas un amor de larga duración?
  • Hola Alicia, soy Óscar el príncipe de Huesca y tengo esta cara porque nadie me quiere en mi reino. Y sí, estoy buscando un amor de larga duración.
  • Óscar, si retrocedes un poco te encontrarás a Martina. Pero tienes que cumplir con dos condiciones: darle alegrías e irla a buscar donde ella está. ¿Lo harás?.
  • Lo haré encantado, pero con las pintas que llevo, dudo que ella se fije en mí, aunque le diga que soy un príncipe.
  • Ella tendrá que abrir su corazón, ya que tiene que decidir entre dos personas. Un chico que viene de Piedrafita y tú.
  • Seguro que le escoge a él, llevo días sin ducharme y llevo la ropa toda sucia.
  • El otro chico que se tendrá que batir contigo no está mucho más presentable que tú, así que no te preocupes.
  • Te haré caso y retrocederé hasta encontrar a la chica y veremos a ver qué pasa.

Los dos iniciaron sus respectivos caminos, el hada siguió buscando más viajeros y el muchacho se puso en la búsqueda de la muchacha. Por otra parte, el chico que venía de Piedrafita ya estaba muy cerca de Martina, donde ella le seguía esperando con sus prismáticos, lo que este no sabía es que se encontraría con otro joven y apuesto caballero. De repente el chico que venía de Piedrafita vio a la chica con los prismáticos azules y:

  • Madre mía ahí está la chica de la que me hablo el hada. Es tan bonita. Además, aunque lleve días caminando por aquí va tan bien vestida y yo voy hecho un asco. Me voy a meter detrás de ese arbusto  y sacaré mis mejores galas para así sorprenderla.

El muchacho termino de cambiarse rápidamente y salió en busca de la chica dándole un susto y ésta empezó a gritar. Justo en ese momento el otro chico estaba llegando donde se encontraban los otros dos. Martina se acercó al que acababa de salir de detrás del arbusto y empezó a hablar con él.

  • ¿Quién es usted? ¿Qué hacía detrás de ese arbusto?
  • Soy Sergio y vengo desde Piedrafita buscando un amor de largo recorrido. Alicia el hada me dijo que siguiera mi camino y que en él ella pondría a alguien para encontrarse conmigo ¿me pregunto si serás tú?
  • Yo también me crucé con el hada, en este mismo lugar. Y me dijo que esperase aquí, que estaba en camino un chico que venía de Piedrafita.
  • Ese soy yo. Me estaba cambiando para que me vieras un poco más presentable.

Martina se quedó con la boca abierta de lo presumido qué era. Mientras que veía acercarse al otro muchacho, ella seguía hablando con Sergio, pero miraba con cara de pena la llegada del muchacho. Le pidió a Sergio que esperara un momento y fue corriendo hasta el recién llegado.

  • Hola hermoso y dulce caballero. Soy Martina ¿necesita usted algo?
  • Hola bella dama, vengo buscando a una chica que según el hada del Caurel estaba por aquí y su único requisito es que se le dieran alegrías.
  • Soy yo, pero es raro, ya que ella solo me hablo de aquel muchacho.
  • No me trates de usted por favor, me llamo Óscar. El hada no te hablo de mi porque cuando tú la conociste ella aún no me conocía a mí. Me vio un poco más adelante y  tuve que retroceder un poco.
  • Hola Óscar, soy Martina. Me siento muy alabada de que te hayas dado la vuelta para conocerme.

Martina le pidió con la mano a Óscar Que se acercaran a hablar con el otro chico y así poder conocerlo mejor.

  • Hola de nuevo Sergio, te presento a Óscar. A él también lo manda el hada.
  • Hola Óscar, encantado de conocerte. veo que el Camino de Santiago no se te está haciendo muy fácil, o al menos eso dice tú estado físico y tu forma de vestir, poco adecuado para esta señorita.
  • Hola Sergio, el camino no se me está haciendo complicado y respecto mi estado físico y mi forma de vestir, si estoy así es porque no me preocupo de estar parando cada media hora, si estoy aquí es para lograr hacer el Camino, y sí, mi aseo personal es importante, pero también lo es el terminar el Camino.
  • Disculpa amigo, pero no quise ofenderte. Solo es que se merece lo mejor.
  • Y te aseguro que tendrá lo mejor, pero no creo el que  yo me cambie diez veces de ropa al día afecte mucho.

Los dos chicos se miraron desafiantes, mientras que la chica se mostraba pensativa.

  • Chicos no os peleéis, No merece la pena pelearse y menos por mí que no tengo nada que ofreceros.
  • Eso no es verdad, tú tienes mucho que ofrecer.

Le dijo Óscar. Mientras tanto Sergio miraba la hora en un pequeño reloj que tenía en su muñeca izquierda. Era tarde por lo que:

  • chicos deberíamos de buscar un sitio donde dormir calentitos y dignamente.

Los otros dos se juntaron a hablar un momento:

  • Óscar yo no sé lo que pretende el compañero, pero no me puedo permitir dormir en grandes sitios de lujo. Estoy durmiendo en mi tienda de campaña y solo paro una vez al día en un hotel barato para ducharme y descansar algo.
  • Tranquila yo hago lo mismo, no hay por qué gastarse mucho dinero para hacer las cosas. Mira aquí está mi tienda, es muy calentita y yo creo que no hace falta que montes la tuya, aquí entramos los dos.
  • ¿Pero y sí viene el compañero? Mejor cada uno en la suya .
  • Vamos a hablar con él y ya decidimos.

Martina tomó la palabra:

  • Hola Sergio he estado hablando con el compañero y nos gustaría saber dónde quieres dormir.
  • Me gustaría dormir en un hotelito qué hay a unos quince minutos. Es de tres estrellas.

Los dos chicos se miraron y se retiraron un momento del compañero.

  • Óscar yo no me puedo permitir lo que este chico quiere, yo prefiero dormir en la tienda de campaña y ducharme en una ducha común.
  • Estoy de acuerdo.

Se acercaron a Sergio y le contaron lo que habían estado hablando, a lo que éste no recibió de buen grado.

  • No es tanto dinero, por favor no me dejéis solo.

Óscar y Martina se miraron y dijeron al unísono:

  • tenemos tiendas de campaña así que dormiremos en ellas.

Miraron con tristeza a su compañero y se dispusieron a emprender el rumbo. Encontraron un sitio donde quedarse y:

  • no te preocupes que yo me encargaré de poner la tienda, tú descansa.

Cuando la tienda estuvo lista se metieron en ella dispuestos a dormir, pero se pusieron a hablar.

  • Martina tengo que confesarte algo que espero que no te aleje de mí.
  • Soy el príncipe de Huesca. Tengo grandes posesiones, pero cómo ves no me gustan los lujos. Me gustaría que pasaras un tiempo allí conmigo después del Camino.

Ella acepto encantada.

  • Pero tengo muy poca ropa conmigo.
  • No te preocupes, mis hombres te acompañarán a tu casa para recoger tus cosas y luego regresaréis.
  • Muchas gracias, Óscar eres un amor

Martina y Óscar se dieron ahí su primer beso. Terminaron el Camino de Santiago y ahora viven felices en una casita de Huesca, ya que Óscar abandonó sus tierras y pronto se casaron

MI PRIMERA SILLA DE RUEDAS ELECTRICA

El día que por fin pude utilizar la silla eléctrica fue mágico. Eran mis alas y mis piernas. recuerdo el primer día, mi cabecita loca no tuvo otra cosa que hacer que llamar a mi amiga Patri para salir a pasear. Pero no un paseo normal, cogimos el autobús y nos fuimos a Aluche. Nada más salir de casa ya la lié, porque ni siquiera sabía salir de la urbanización. Acabamos perdidas detrás del último bloque, y además la pise un pie. Menuda vergüenza pase. La subida del autobús fue sin inconvenientes, pero al llegar a Aluche la rampa no salía y no era capaz de salir yo sola, por lo que me pidieron que cambiará la silla a manual. Al ser mi primer día con la silla yo no tenía ni idea de cómo se cambiaba, así que me tuvieron que sacar a rastras. Ese día empezó para mí una difícil andadura, donde me iría dando cuenta que nada era de color de Rosa. Las calles están hechas un asco y eso hace que las sillas se estropeen más y tengamos más riesgo de escaras. Las tiendas tampoco son accesibles por lo que muchas veces nos tienen que atender en la misma calle. Esto último también pasa en barrios nuevos como el mío, que las tiendas abren y no se hacen accesibles, lo que hace que nuestra vida sea mucho más complicada. salir de mi casa significa quedar a las 5:30 y salir con 1:30h de antelación. Hace unos años la EMT era horrible, fuera verano o invierno me plantaba en la parada a esperar que viniera “mi autobús”. Tenía que dejar pasar autobuses sin rampa y con ella estropeada. Pero es que para más inri sí Iva muy lleno tampoco podría subir. así que te plantabas ahí con mogollón de tiempo y con cara de idiota hasta que podías dejar de ser un ciudadano de cuarto grado y subir. otro problema es sobre los ascensores de metro. Muchas estaciones no tienen ascensor y las que tienen en aquellos años no se mantenían. Hoy en día todos los autobuses de la EMT tienen rampa y el metro sigue incumpliendo la ley y tiene estaciones sin adaptar y las que lo están el mantenimiento es casi nulo. El metro una vez en el vestíbulo es bastante complicado porque en muchas estaciones es difícil encontrar los ascensores y saber a qué dirección tengo que ir. Con un poco de suerte consigo que alguien me ayude, sí no puedo tirar media hora dando vueltas por la estación. Ir de fiesta o a un concierto también es algo complicado. Las salas cuando como a mí te gusten cantantes poco conocidos, no suelen ser accesibles. Las discotecas tampoco al igual que los sitios donde se hacen las firmas de discos y libros. A pesar de todos estos inconvenientes siempre hay una cosa buena y es que antes cuando ni una rampa funcionaba los conductores siempre me echaban una mano para subir. Igual que cuando he ido a conciertos o firmas que no fueran accesibles, siempre hay algún voluntario que me coge a mí por un lado y a la silla por otro y me baja para poder participar. Aprender a moverme en transporte público y por Madrid en general no ha sido fácil, pero en los comienzos siempre he tenido ahí a mis amigas, Y si hoy tengo la soltura que tengo es gracias a ellas que han luchado conmigo incansablemente Desde los principios. La llegada de una silla eléctrica es algo especial, pero también a mi forma de ver es una forma de madurar, de ver la vida de otra perspectiva. Ves que, aunque con tus limitaciones tienes tu independencia. Te enseña salir de las faldas de tus padres, me ha enseñado que, aunque la vida sea más perra contigo tú siempre, aunque cueste, tienes que mirar hacia delante. Una silla eléctrica nunca es la cárcel, son tus piernas y lo tienes que valorar ya que es preferible eso a estar muerto o tumbado en una cama. sólo hay que descubrir qué y cómo te hace feliz. Que te encuentres con barreras a lo largo de tu día no significa que seas menos que los demás, solo es que tienes que luchar un poquito más para llegar a la meta. Para una persona con discapacidad salir a la calle y coger cualquier medio de transporte o simplemente dar un paseo le puede suponer mucho estrés, inseguridad, miedo … Se puede encontrar desde un escalón incluso en un sitio donde no es necesario y como tengas problemas de visión ya puedes salir a la calle con un paracaídas puesto o en su defecto con mil cinturones en la silla para no salir volando como lo he hecho yo en alguna ocasión y/o hacerte tú algo o que las sillas se rompan, pero como mínimo quedarte con cara de idiota diciendo ¿qué hace esto aquí? Como comentaba antes, coger un medio de transporte, es no difícil sino extremadamente complicado, estresante etc. Tienes que plantarte delante de una parada de autobús y en el caso de la EMT actualmente la rampas funcionan un poco mejor, pero no tenemos preferencia ninguna y si va muy lleno nos quedamos en la parada y si viene con un carro de bebé también. Y ya si la rampa viene estropeada pues para qué contar, eso ahora es menos frecuente, pero hace años estaba a la orden del día y te podrías tirar tiempo indefinido esperando hiciera frío o calor y nadie te daba más que la solución de esperar. En el metro es otro cantar porque por todo lo explicado anteriormente necesito mucha ayuda de la gente y muchos pasan o simplemente por lo que pesa en la silla no son capaces de ayudarme, casi siempre me ayudan los conductores a subir a subir al final. Más problemas que tengo en ese transporte son para sacar el bono o un billete, no llego a las máquinas. Tengo que pedir ayuda, y desde hace unos años para aquí lo tengo más difícil, ya que han quitado el personal de la estación por lo que en muchas ocasiones tengo que esperar a que venga alguien de otra estación para ayudarme, lo que puede suponer 15 minutos de espera por no haber una máquina baja. Ya dentro está el problema de que para mí muchas veces es complicado entender los carteles de la estación y cuando no encuentro ningún empleado y le pregunto a alguien y me lo dice al contrario no sabe el perjuicio que me hace. Lo primero por la pérdida de tiempo, lo segundo porque me tengo que poner a buscar una parada con ascensor y que funcione para dar la vuelta. Todo esto en el estado que estoy últimamente suele acabar en un ataque de ansiedad bastante importante. Creo que todo esto tan chulo pero costoso que llega con una silla eléctrica se podría evitar con unas mejores leyes en discapacidad y hasta que eso llegue con una mejor conciencia social. Porque en la sociedad cabemos todos        

DIA DEL VOLUNTARIO

Hoy 5 de diciembre, se celebra como cada año el día del voluntari@. Para los que no me conocéis yo tengo una discapacidad, una espina bífida a nivel lumbosacro, es decir a la altura de donde empieza el culo. además, tengo una hemiplejia izquierda que hace que todo ese lado de mi cuerpo vaya más despacio. Por todo esto mi movilidad es en silla de ruedas eléctrica, ya que durante todos los años de mi vida he ido perdiendo fuerza y movimiento, por las operaciones. desde bien pequeña estoy apuntada a la asociación madrileña de espina bífida, en adelante ameb, donde cada año hacemos campamentos, tanto en Semana Santa, como en verano. En ellos llevamos con nosotros a gente que nos apoya, durante todos los días, que son voluntarios, una enfermera o enfermero y un coordinador. L@s usuari@s ya casi tod@s nos conocemos, aunque de vez en cuando viene gente nueva. en cuanto a l@s voluntari@s no suelen repetir mucho, ya que trabajan o estudian y no tienen horarios compatibles. Antes siempre me tocaba de monitora con Raquel y Viole y el último año que fueron ya no me las pusieron y luego ya no he vuelto a saber nada de ellas. A Raquel creo que, si la he visto una vez en algo, pero nada más. La verdad que las echo de menos, me hacían muchas perrerías, pero lo pasábamos bien. Ahora últimamente con las que más me estaban poniendo eran con clara y sara, pero a sara últimamente no la ponen conmigo o no va. El que no se pierde una es mi niño óscar que no sé cómo lo hace pero siempre nos acaba tocando juntos, o al menos de apoyo, y esta guay ya que luego por las noches me tocan mis esperados sándwich. Un año me pusieron unos días con mi super Micha y fueron la bomba. también esta Mery, que lleva muchos años yendo, y aunque no ha sido mi monitora la quiero mucho. Os quería dar las gracias a tod@s y cada un@, l@s que he nombrado y los que no por hacernos la vida un poquito más fácil, por hacer de lo insuperable lo superable y por darnos siempre un poquito de vuestro tiempo, que para algunos de nosotr@s es mucho, ya que si no no tendríamos vacaciones. Gracias por esas actividades tan estupendas que nos preparais, aunque puedan resultar difíciles para vosotr@s, pero siempre estáis con una sonrisa. ¿Te creías que me iba olvidar de ti, mi pequeña Marta?, gracias por estar ahí día tras día después del campamento, aguantando mis días buenos y mis días malos. eres para mí una hermana y espero que ya lo sepas, pero estoy aquí para lo que me necesites. os quiero a todos voluntarios. a ver si termina todo esto y os puedo volver a ver.