SOS: NOS ESTAN ASESINANDO POR PENSAR Y SER DIFERENTES.

Para los que no me conocéis, mi nombre es Marina, tengo 34 años y desde que nací tengo una lesión medular, espina bífida. Siempre he sido una persona feliz, nunca me he avergonzado de mi discapacidad y desde bien pequeña he intentado integrarme en esta sociedad lo mejor posible. Esto nunca ha sido fácil, debido a que siempre he tenido los colegios e institutos fuera de mi barrio. En el colegio siempre tuve a mi compañera de integración que me hacia la vida imposible debido a que se creía la mejor y me ponía en contra de todo el mundo, aunque siempre tenia a mis fieles defensoras Elena y Carmen, y luego se unió Vanessa, que siempre la plantaban cara cuando se pasaba demasiado. Hoy en día puedo llegar a decir que esto era bullyng y se podía haber denunciado. Cuando terminó la época del colegio en Vallecas decidimos sacarme del programa de integración para poder estar mas cerca del barrio, pero nos lo negaron porque tenia que tener todos los medios de la integración, por consiguiente exigimos que me pusieran enfermera en el instituto nuevo, porque en el colegio mi familia tuvo que llevar un papel firmado por el urólogo diciendo que podía aguantar sin sondarme  durante el horario escolar o si no me quedaba en la calle, aunque eso fuese perjudicial para mí. Después de mucho pelear lo conseguimos, aunque ese año empecé las clases un mes más tarde.

Cuando empiezas en un nuevo sitio, tienes nuevas esperanzas, y eso es lo que tenia yo, pero algo llamado Ministerio de Educación me los trunco, porque al empezar un mes mas tarde los grupitos de amigos ya estaban hechos. Por suerte me aceptaron bastante bien y pude hacer algún amigo. El ultimo año lo hice por diversificación y justo cuando estaba a punto de terminar el curso llego mi tutor de la ONCE y me dijo que porque no dejaba de estudiar y me ponía a vender cupones, yo le dije que no, que quería terminar lo que había empezado.

Al terminar la E.S.O empezó mi gran problema, que estudiar después de la enseñanza obligatoria. Un bachillerato no lo podía hacer porque ya me había costado bastante sacar lo obligatorio como para ponerme con mas nivel. La única opción era un ciclo de grado medio, pero no había ninguno adecuado a mí, por lo que tuve que elegir el que podían adaptarme mejor a mis necesidades, aunque no me gustaba en absoluto. Por suerte lo pude dividir en dos años y me fue más fácil. Aunque empecé las clases un mes mas tarde, esta vez debido a que nos quitaron la ruta escolar, este curso me toco la lotería. Conocí a unas chicas super majas que se convirtieron en mis mejores amigas. Aprendieron a llevar la silla como si fueran mi propia madre. Algunas veces venían a mi barrio a sacarme a la calle a dar una vuelta y lo pasábamos muy bien. En el segundo año del ciclo fue cuando nos cambiamos de casa y al poco tiempo empecé a usar una silla eléctrica. Esto fue un alivio para mí porque podía entrar y salir cuando me daba la gana e incluso aprendí a usar medios de transporte. Al terminar la parte teórica del ciclo me mandaron a trabajar seis meses y fue una odisea porque el autobús que pasaba por mi casa era accesible siempre aunque nunca le funcionaba la rampa, pero el siguiente era accesible uno de cada cinco por lo que me tiraba la vida para llegar. Pero ahí no acababa la cosa y es que cuando llegaba al trabajo tenia una tutora que me ponía a destruir papel y cuando tenia que vaciar el contenedor era mas grande que yo. A todo esto, la tutora del ciclo desde antes de empezar el ciclo tenia el planteamiento de que no me apuntase que no me lo iba a sacar, así que bien empezábamos. En el barrio nuevo todo me va muy bien, tengo un centro comercial muy cerquita, donde todo el mundo me conoce. Últimamente llevo unos años flojos de salud así que la verdad allí me siento muy refugiada. Después del ciclo me puse a buscar trabajo, pero como no salía nada empecé a hacer cursos. Trabaje en la once en servimedia, en otra empresa de la ONCE que no recuerdo el nombre y ahora llevo unos cuantos años en otra, pero casi todos de baja, debido a que mis problemas urológicos se han agravado. Intente aguantar todo lo que pude, pero tenia que ir a trabajar al otro extremo de Madrid y en los medios de transporte me era muy complicado, pero es que encima tenia problemas con la sonda, se me salía en cuanto me movía y cuando un día le pedí ayuda a mi jefa me dijo que ahí se iba a trabajar, no a pedir ayuda, y me subió la pernera del pantalón y me mando al baño, así que ese fue el último día que pise el trabajo.

Me pedí la baja y he intentado que me den la incapacidad, pero dicen que estoy igual que cuando empecé a trabajar, cosa que no es verdad, porque cada vez tengo infecciones mas gordas, debido a que tengo piedras en el riñón. Esto ha hecho que haya estado ingresada muchas veces, y muchas de ellas muy grave.

Para echar las piedras me han tenido que poner una sonda en el riñón que me da problemas cada dos por tres. Además durante estos años padezco de una depresión muy fuerte por la cual he tenido pensamientos de suicidio varias veces, además de estar inflada a medicación.

Actualmente llevo un tiempo militando en un partido donde participo activamente en mi distrital y en varios sectoriales. Desde que entre en el partido siempre he luchado por la integración de las personas con discapacidad, aunque muchas veces ha sido muy difícil, porque aun habiendo dado todo lo que podía y un poco más, siempre se me ha exigido un poco mas por parte de alguna gente no dándose cuenta de que estaba al borde del precipicio y tampoco se ha dado cuenta que cuando he acudido a esa persona para pedir algo ya había agotado todas las opciones que mi corta experiencia sabia. En ningún momento he querido hacer daño, ni saltarme leyes, ni ser mas que nadie, pero le pese a quien le pese tengo el mismo derecho a salir de mi casa que cualquiera y por supuesto que no voy a aceptar un no por respuesta cuando me cortan mi libertad.  No es justo tener que quedarme en mi casa un año entero porque alguien considera que hay cosas mas importantes que un discapacitado tenga libertad.

Desde que estoy con ellos he aprendido a desenvolverme mejor en muchos sentidos y además estoy aprendiendo a ser yo, a luchar por mis derechos, luchar por lo que pienso.

Últimamente desgraciadamente se esta dando una ola de asesinatos. empezamos con los asesinatos por violencia machista, pero también debíamos tener miedo por ser mujer y volver solas a casa, pero es que tampoco podemos amar a quien nos de la gana, porque nos pueden dar una paliza, igual que si eres extranjero, pero es que hoy ha sido Isaac. ¿Y porque? Por el simple hecho de tener TEA, una discapacidad. Sinceramente hoy 16 de julio de 2021 siento miedo de salir a la calle sin que venga un descerebrado y me haga algo por cualquier cosa, porque en pleno siglo XXI ya no tengo derecho a vivir en libertad.

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