Él es mi mejor amigo, y está ahí cada día, desde que me levanto hasta que no me acuesto, lo sabe prácticamente todo de mí, por no decir todo, en el último año y medio hemos pasado de todo juntos, aunque haya sido a distancia, separados por una maldita pandemia. Hemos reído, hemos llorado… Pero sobre todo creo que hemos aprendido algo muy muy importante qué es a querernos un poquito más cómo somos. Los dos sabemos qué pase lo que pase podemos contar el uno con el otro para lo que sea, y si algo me ha enseñado este último año es que tengo que valorar a las personas que están ahí cuando las necesito realmente, así que no volveré a cometer errores del pasado y no dejaré que nadie me pisotee y estaré cuando tenga qué estár. Los dos tenemos espina bífida. ¿Y qué?
#yotambienquieroaalguienconespinabifida
