Y cumplimos tres años.

Quién me iba a decir a mí que hace 1097 días que por fin después de tanto tiempo iba a echar a andar un proyecto que siempre hace demasiado tiempo rondaba por mi cabeza. Siempre me había gustado escribir, y de hecho muchas veces lo había hecho aunque fuese para mí misma o incluso alguna carta para una tía mía o algún amigo, pero fue hace tres años cuando me vi en casa sin poder trabajar y con una pandemia de por medio y con una soledad no deseada y horrible, cuando empecé a buscar cómo dedicarme a ésto más profesionalmente.

Desde el principio nunca lo he tenido fácil porque mi cabeza muchas veces no estaba donde tenía que estar, pero nunca he estado sola afortunadamente. Desde el primer momento me acompaña alguien muy especial para mí que no es otra persona que Nuria, ella me ha enseñado todo lo que sé hasta ahora sobre este mundillo y con ella he reído, he llorado, pero sobretodo he aprendido que para llegar a conseguir algo no hace falta poner » un duro» de por medio, sino mucho trabajo, perseverancia y constancia. Con esas tres cosas conseguirás siempre llegar a donde te lo propongas .

Tampoco me puedo olvidar de mi madre y de María José.

Gracias a todas ellas hoy el blog sigue abierto porque, aunque a veces cuando han venido dificultades para seguir manteniéndolo a flote, ellas siempre han luchado porque nunca dejase de lado a vosotros, mis lectores.

Desde aquí, desde este pequeño espacio daros un «GRACIAS» enorme a tod@s l@s que me seguís pues desde el minuto uno y a los que os habéis unido después. Sin vosotros nada sería posible.

Y llegó el día… El blog cumple su primer año.

Pues si queridos y queridas el blog cumple su primer año de vida, y todo gracias a l@s que estáis ahí cada día apoyándome.

Sin vosotros esto no sería posible, porque el pilar fundamental para un escritor sois vosotros, nuestros lectores.

Dar también las gracias a todos l@s que desde que empecé con esta locura han compartido su sabiduría conmigo, sobre todo a Miami Nuri, por estar siempre ahí sacando un huequito para echarme una mano, aunque la situación se le ponga más complicada de lo que ya la tiene, no tengo vida para agradecerte cuando me haces ver que las cosas no las regalan y que primero hay que formarse y luego hacer un buen trabajo.

No sé cuantas veces habría tirado ya la toalla si no fuese gracias a ti. Así que ésta entrada va para todos los que habéis estado ahí desde el principio, para APAIPA por ese premio que me dieron, para mis lectores, pero muy en especial para ti Nuri, por aguantarme, quererme y cuidarme.

Vamos a por otro año más, juntos.